Las ventas online crecen en España a un ritmo del 20% anual. Es aún una opción minoritaria, pero las aplicaciones móviles toman protagonismo
Diseñar una buena estrategia comercial en internet se está convirtiendo en una necesidad para las empresas, tanto grandes como pequeñas. El comercio electrónico es ya una realidad que se abre camino en todo el mundo, aunque todavía es una opción minoritaria entre los consumidores españoles. En 2011, el e-commerce facturó en España casi 10.000 millones de euros, con un ritmo de crecimiento del 20%, mientras que muchas tiendas tradicionales han echado el cierre por la crisis. Es cierto que el número de internautas compradores aumenta (suman ya casi 11 millones) y también las empresas que se incorporan a la red, que, según datos de los procesadores de pago y otras fuentes, podrían superar las 14.000.
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