Crear una empresa eficiente y responsable con el entorno también puede dar beneficios y generar puestos de trabajo
A Ángel Fernández le gusta "jugar limpio". Su empresa, MakeyourT, nada tiene que ver con el sector medioambiental y, sin embargo, es un buen ejemplo de firma que se esfuerza por alterar lo menos posible el medio ambiente: destina alrededor de 12.000 euros anuales a gestionar correctamente sus residuos, dispone de un sistema de filtrado de líquidos a varios niveles y los plásticos y cartones que desechan son recuperados por la compañía catalana Foment del Reciclatge, entre otras acciones. Fernández reconoce que ser fiel a sus principios ecológicos y sostenibles ni es fácil ni barato:"Gastamos unos 15.000 euros al año en el reciclado", pero no le pesa esa inversión. Poner en marcha una empresa de carácter sostenible es difícil. Bien lo sabe Pablo Almunia, cofundador de UEIA, una aceleradora de proyectos sociales y medioambientales. "Los emprendedores que se lanzan con este tipo de negocios deben tener claro que uno de sus principales problemas es que muchas de sus ideas pueden resultar confusas si no se explican bien. Por eso, deben ser capaces de exponer cuál será el impacto directo que su empresa tendrá en el medio ambiente", apunta Almunia. Este aspecto lo tiene claro Alejandro Corroto, fundador de Mensos, una empresa de mensajería en bicicleta que, de momento, ha abierto sus puertas en Madrid. Su firma apuesta por la sostenibilidad medioambiental y la eficiencia en el transporte. Mensos busca posicionarse como agente solucionador para el cliente y enlace entre las empresas y el consumidor final. No sólo se presenta como una empresa de mensajería, también ofrece servicios integrados de publicidad móvil, vinilado de bicicletas o patrocinio de bicimensajeros. Ya tiene sus primeros clientes y, aunque sabe que requiere mucho esfuerzo, tiene claro que busca alcanzar el volumen suficiente que le permita contratar más personal. Ahora cuenta con un chico que le ayuda con los repartos.
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