La necesidad de negociar es constante. Muchas cuestiones de importancia dependen de nuestra capacidad para hacerlo eficazmente.
Sin embargo, negociar con naturalidad y eficacia suele ser complejo. Requiere de capacidades emocionales y técnicas.
Los mejores negociadores no surgen de un laboratorio de capacitación, sino de la experiencia que da la vida bien vivida.
El sentido común, la noción de la realidad, la astucia y la generosidad son herramientas indispensables para negociar con éxito en cualquier ámbito de la vida.
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