Los pequeños comercios deben utilizar los puntos de venta como uno de los pilares de su relación con los clientes, pero tampoco deben olvidarse de realizar una correcta gestión de los productos y un control de la calidad del servicio.
De estos aspectos podemos extraer algunas claves básicas para aumentar las ventas en una tienda minorista.
Un mal surtido de productos representa un gran problema para una pequeña tienda, pues compromete un valioso espacio a ventas con poca rotación y/o rentabilidad, por lo que comenzaremos por planificar y controlar las categorías en las que encuadramos nuestros productos.
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